Los antiguos eslavos igual que otras naciones inventaron a sus dioses para darles sentido a los fenómenos naturales que no entendían. Como ya he mencionado en el artículo anterior, la mitología eslava no es tan popular como la griega, romana o egipcia, porque no se ha conservado mucho en los escritos.
Los eslavos no vivían en un solo estado y no tenían un panteón de dioses con una hierarquía clara, por eso recuperarlo fue muy difícil para los científicos; la existencia de algunos dioses fue comprobada, pero para comprobar a otros se necesita más pruebas.
Escucha esta música para crear un «ambiente eslavo»:
Creación del mundo
Según un mito eslavo, al principio solo existía el mar. Dios decidió crear también la tierra y les pidió a los ángeles que llevaran la tierra del fondo del mar. Pero los ángeles fueron demasiado ligeros y débiles y no pudieron hacerlo, entonces Dios le pidió ayuda a Satanás. Él consiguió hacerlo, pero quería crear su propia tierra también. Entonces, se escondió un poco de la tierra en la boca. Volviendo del mar, la tierra en su boca empezó a crecer y Satanás tuvo que escupirla y así surgieron las rocas y los desiertos. En lugar de Dios y Satanás puede haber también una paloma blanca y una paloma negra.
Este mito es conocido entre todos los eslavos, pero la gente hoy en día probablemente no lo conoce ya. Yo sí lo conozco, creo que lo leí en un libro, cuando era pequeña.
Otros mitos dicen que la tierra surgió del fuego, o bien que el gallo celestial puso un huevo y de él nacieron siete ríos que fertilizaron la tierra.
Creación del hombre
El hombre, el humano, surgió de una gota de sudor del Dios.
El cuerpo humano fue creado por Satanás y su alma por Dios, por eso tras la muerte, el cuerpo vuelve a la tierra y el alma al cielo.
Dios creó al hombre, pero Satanás escupió en él y así le dio los vicios y el sufrimiento.
El paraíso eslavo
Bujan fue una isla mítica, donde crecía un gran roble, donde se encontraba la piedra sagrada Alatyr, donde vivían los vientos del norte, occidente y sur, y otras cosas y seres míticos.
Otras fuentes dicen que Bujan fue también el mundo subterráneo de los muertos. Tanto como los germanos tienen a Valhalla y los mayas a Xibalba, los eslavos tienen a Bujan. Otro nombre del mundo subterráneo eslavo fue Nav.

Bujan
Y aquí están los dioses eslavos más conocidos:
Perún
Según algunas fuentes, Perún o Parom fue uno de los dioses supremos de los eslavos. Fue el dios de la tormenta, de la lluvia, del trueno y del rayo. Su atributo fue el hacha y su árbol consagrado fue el roble. Era un hombre viejo con barba. Los eslavos le sacrificaban animales, sobre todo los toros. El cuarto día de la semana, perendan, fue consagrado a Perún, igual que en otras mitologías ese día fue consagrado a los dioses del trueno – el jueves fue consagrado a Júpiter en la mitología romana y Donnerstag (alemán) y Thursday (inglés) fueron consagrados a Thor.
Veles
Fue el dios del ganado, de la cosecha, de la fertilidad, de los pastores y también del mundo subterráneo de los muertos. Tenía la cabeza de toro, a veces tenía la forma de una serpiente. Fue también uno de los dioses supremos, el adversario de Perún y sus batallas aparecen en varios mitos eslavos. La existencia de los nombres de Perún y Veles está documentada en varios escritos antiguos.
Svarog, Svarožič (Dažbog) y Rod
Svarog fue el dios del Sol y del fuego y uno de los dioses eslavos más antiguos. Según los mitos, fue herrero y creó el Sol. El culto de Svarog luego se convirtió en el culto del dios Svarožič, su hijo (llamado también Dažbog). Svarog fue el hermano de Perún y Veles y los tres fueron hijos del dios Rod, el dios supremo de la creación. Svarog y Dažbog fueron dioses de todos los eslavos, sin embargo, fueron más presentes entre los eslavos orientales (rusos, ucranianos, bielorrusos).

Svarog

Svarožič-Dažbog

Svarožič-Dažbog

Svarožič-Dažbog

Svarožič-Dažbog

Rod

Rod

Rod
Mokoš
Fue la diosa de las tareas femeninas, del destino, según algunos fue la Diosa Madre y fue también responsable de la protección de las mujeres durante el parto.
Živa
Živa, llamada también Živena. Su nombre deriva de la palabra žiť (vivir) o život (vida). Fue la diosa de la vida, de la curación, de la resurrección, también de la cosecha y de la primavera o del verano, fue identificada con la tierra. En las representaciones tiene el pelo rubio y un vestido blanco, con las flores y el trigo en las manos.
Morena
Morena o Morana fue la hermana de Živa y fue la diosa de la muerte y del invierno. Era muy bella y tenía el pelo oscuro. Es la única de los dioses del panteón eslavo que sigue siendo presente en el folclore eslovaco. Todos los años en marzo se prepara una muñeca de dos palos y paja en un traje tradicional que representa a Morena. La gente luego hace una procesión en las calles del pueblo, cantando canciones rituales. Llevan a Morena al río, allí le quitan la ropa, la queman y la arrojan al río desde un puente. La llevada de Morena representa el despido del invierno y la bienvenida a la primavera. Es una de las tradiciones eslovacas más arcaicas.
Vesna
Fue la diosa de la primavera y de la juventud. Tenía el pelo rubio. En eslovaco y en otras lenguas eslavas es también el nombre poético de la primavera. Sin embargo, según algunos etnólogos, Vesna no era una diosa y fue inventada en el folclore posterior.

Morena y Vesna

Morena y Vesna
Lada
Fue la diosa del amor, de la juventud, de la belleza y del matrimonio. Tenía a un hermano gemelo que se llamaba Lado. Según varios etnólogos, esta diosa es inventada también.
Zora
Zora o en otras lenguas Zara, Zaria, Zarya, fue la diosa del amanecer y de la estrella de la mañana o de la tarde también (es como Aurora en español).
Más dioses eslavos
El dios Belboh (Dios Blanco) fue el dios de la luz, del día y de la primera mitad del año, cuando los días se hacen más y más largos.
Su hermano, el dios Černoboh (Dios Negro), fue el dios de la oscuridad, de la noche y de la segunda mitad del año, cuando las noches se hacen más y más largas. Para los antiguos eslavos, el color blanco fue positivo y el negro negativo. En la actualidad los científicos ya no creen mucho en que Beloboh y Černoboh realmente existían.
Jarilo fue el dios de la fertilidad y del sol de la primavera, representado como un hombre joven muy guapo. Fue más presente entre los eslavos bálticos.
Radegast fue el dios de la hospitalidad. En la actualidad, los checos y los eslovacos conocemos este nombre sobre todo como la marca de una cerveza checa.
Stribog o Striboh fue el dios del viento y de la tormenta.
Trihlav fue un dios que tenía tres cabezas, de allí su nombre (tri = tres, hlava = cabeza). Los dioses de tres cabezas solo estaban presentes entre los eslavos occidentales (eslovacos, checos, polacos, eslavos polabios en Alemania).
Y otros: Koliada, Devana, Sviatobor, Svantovít…
En nuestras tierras, el cristianismo no se imponía derramando sangre. Los cristianos destruyeron las arboledas sagradas de los eslavos y en su lugar construyeron iglesias. Fue para demostrar la dominancia, pero también por razones pragmáticas – la gente estaba acostumbrada ya a visitar esos lugares. La veneración religiosa fue trasladada del exterior, de la naturaleza, al interior, entre los muros de piedra. Los dioses eslavos fueron convertidos en el Dios y en los santos cristianos, o bien fueron convertidos en diablos, como por ejemplo fue el caso de Perún o Veles.
Hasta hoy en día, en la lengua eslovaca se ha conservado el nombre de Parom (Perún) como sinónimo del diablo en algunas expresiones: Do paroma! (¡Al diablo!), Bodaj ho parom vzal! (¡Al diablo con él!), Ani parom sa v tebe nevyzná! (¡Ni el diablo te entiende!). Curiosamente, la palabra finlandesa perkele (diablo) tiene el mismo origen que la palabra Perún.
Hasta el fin del siglo XIX, los eslovacos colocaban una ramita de roble bajo el techo de sus casas como ofrenda a Perún, para que los protegiera ante los rayos y tormentas, y en los campos dejaban la llamada barba de Veles como ofrenda, para que el dios protegiera el campo y la cosecha.